Título: Operación Masacre
Autor: Rodolfo Walsh
Sinopsis:
"El 9 de Junio de 1956 los generales Tanco y Valle se sublevaron contra el gobierno de facto que había destituido a Perón en septiembre de 1955. El levantamiento fue reprimido brutal e ilegalmente. Hubo muchos muertos, de los cuales sólo siete cayeron en acción. En los basurales de José León Suárez, un grupo de civiles -algunos de ellos relacionados vagamente con la conspiración; el resto, ajeno por completo a ella- fueron masacrados antes incluso de que fuera dictada la ley marcial.
Unos pocos lograron escapar de la muerte, a duras penas.
En 1957, Rodolfo Walsh emprendió la investigación de estos hechos, cuyos resultados publicó en forma de notas en el diario "Mayoría" y, poco después, como libro."
Mi reseña y evaluación de
este libro va más allá de la historia y del modo de relatar, sino que se acerca
más a la vida en si.
Dividiré mi opinión en dos
partes, mi lado metódico molesto y mi alma en sí.
Comencemos por lo aburrido:
mi lado molesto. Rodolfo Walsh fue un gran periodista de muchas agallas a mi
parecer y pensamiento, sin embargo, no lo vi reflejado en su escritura. Creo
que soy un poco quisquillosa con esos detalles aunque yo no escriba en letra de
oro, pero es cierto y claro que cuando se lee Operación Masacre, hay algunas
cosas que dejan que desear. Proposiciones pasadas por alto, comas y puntos
faltantes, palabras invertidas, sí, tiene su encanto, no lo voy a negar, pero
no siempre da en el clavo, a veces ese tipo de uso puede llegar a confundir y a
tener que releer, o al menos a mi pobre y lento cerebro le ha generado esa
necesidad.
¡Sin embargo! resalto que el
periodismo nunca fue una carrera la cual seguir a la perfección, es algo que se
hace y desarrolla y muchos periodistas podrían no saber todas las reglas o
escribir como se les cantara a ellos; sea el motivo que sea, lo admito y termino
pasando por alto aquellos ruidos que me sacaron del momento de lectura.
La segunda parte es mi alma
en la historia. Ella me ha cautivado, demostrándome una oscuridad argentina ya
conocida pero más cerca de mi tacto que nunca. Un relato que se cuela bajo mi
piel, haciéndome ver lo vivido por esta gente y no solo eso. Creo que lo que
más llega y pega es saber su vida, su rutina; ver a gente inocente ir de su
casa a escuchar una lucha en la radio sin saber la pesadilla que le espera, es
lo que más se me tatuó en la memoria. Es como si yo decidiera ir a lo de un
amigo a ver algún partido, una serie, hacer una maratón o jugar videojuegos
inocentemente sin siquiera saber que está pasando y que su hermano sea
revolucionario, y todos caigamos en la volteada, ¿realmente te imaginarías
semejante cosa? La verdad no, he pensado en ataques zombies y alienigenas, pero
nunca algo tan viable como un fusilamiento, imposible. Se que también va de la
mano con la época en la que vivo y nací, nos guste más o menos un gobierno,
sigue siendo democracia y algunas cosas son imposibles de imaginar para un hijo
de la libertad como yo.
Pero más allá de todas las
cosas que me ha hecho reflexionar, pensar, imaginar y representar, estoy
maravillada por la investigación. Yo como futura periodista, me encuentro completamente
metida con el trabajo de este hombre (seguramente más autores en un futuro);
como recolecta información, como tiene la paciencia para conseguir lo que
quiere y necesita, como logra que estas almas asustadas se abran a él y le
cuenten su historia. Y sin olvidarme de las agallas que tiene de publicarlo y
combatirlo en aquel momento, como se expresa sin temor, demostrando todo lo que
piensa, sabiendo las consecuencias. Quiero ser como
él, no con su totalidad, sino en su talento periodístico, esa forma de
investigar y acercarse a la gente la quiero, la deseo. Deseo ser una buena
investigadora, espero poder lograrlo algún día. Y cada vez que flaquee,
recordaré este momento, mi primer encuentro directo con una investigación
grande de este tipo, porque estos hechos nunca podré olvidarlos, ni querré
hacerlo. Nunca.
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